Confesiones de un trans frente al espejo
- Renato Alquicira Hernandez
- 14 dic
- 2 Min. de lectura
¿De verdad amas tu cuerpo siendo una persona trans?
Esa pregunta me la han hecho más veces de las que puedo contar, como si esperaran que la respuesta fuera un rotundo no. Pero siendo honesto: sí, amo mi cuerpo tal y como es.
Sí, sí, sí, ya sé lo que muchos dirán: “Dorian, pero ya te operaste, obvio amas tu cuerpo”. Y es cierto, ya pasé por mi mastectomía gracias a Transsalud y al Dr. Gerardo Muñoz Jiménez. Pero incluso antes de eso amaba mi cuerpo. Cada parte de mí construye un todo, y ese todo soy yo.
No por tener una mastectomía soy “más trans”, ni por estar en Terapia Hormonal de Afirmación de Género. Cada proceso que he vivido ha permitido que mi cuerpo se transforme, sí, pero eso no significa que estuviera en el “cuerpo equivocado”. Esa es una frase que le encanta escuchar a la sociedad.
¿Equivocado? ¿Para quién? ¿Para mí… o para ellos?
Una vez, alguien a quien admiro profundamente me dijo: “No hay una sola forma de ser hombre”. Esa frase transformó mi forma de pensar. Porque sí: la disforia me ha atacado mil veces, haciéndome sentir que no soy suficiente. Pero no porque yo lo crea, sino porque la sociedad insiste en dictar cómo debemos vivirnos los hombres trans y transmasculinidades.
Que si masculinos, que si planos, que con barba, que altos, que fornidos, que no llorar… y un sinfín de requisitos más. Todo parte del mismo origen: un constructo social.
Pero entonces, ¿es real eso de que no amamos nuestro cuerpo?
La disforia suele atacarnos como león enjaulado, como si ser nosotros mismos debiera costarnos la felicidad. Pero no debería ser así. No existe un “cuerpo trans perfecto”.
No le debes hegemonía a nadie. Tu cuerpo es hermoso. Y si decides transformarlo, no es falta de amor: es precisamente por amor que lo haces.
Cuando entiendes esto, el monstruo del espejo deja de atormentarte. Esa sombra que la sociedad coloca sobre nuestras cabezas, porque sí, no solo a nosotres nos preguntan si amamos nuestro cuerpo; es un mal generalizado, comienza a desvanecerse.
Pero bueno… ¿quién soy yo, sino un trans más tratando de cambiar un pedacito del mundo con un pequeño texto cada semana?







Wow me sentí súper identificadx porque igual me ha costado muchísimo amar y aceptarme el cuerpoporque igual me ha costado muchísimo amar y aceptar mi cuerpa desde que era muy peque vivía tormentadx de qué, la sociedad en bien a un cuerpo que no era como eh, no lo saben dibujado y mucho tiempo odié mi cuerpo hasta que un día decidí enfrentar ese miedo reconciliarme con mi cuerpo. Y hoy amo a mi cuerpo como es un cuerpo no no egemonico y aprendí que mi cuerpo es único y bello y la única opinión que me tiene que importar sobre mi cuerpo es la mía 🫂🏳️⚧️
Como siempre, un grusto leer tu reflexión, Dorian.