Manual de supervivencia para diciembre
- Renato Alquicira Hernandez
- 30 nov
- 2 Min. de lectura
Ya casi empieza diciembre y con él regresan esos pensamientos que aprietan el pecho. Decepciones, pérdidas, momentos torcidos, decisiones que una quisiera borrar. Un mes que presume felicidad, pero que a veces solo se reparte entre unos cuantos.
Para muchas personas trans, diciembre es la pista donde volvemos a enfrentar viejos fantasmas: la tía incómoda, esa que ni te conoce pero siempre opina. La que suelta cosas como: “pareces niño”, “deberías vestirte como señorita”, “Deadname, tráeme esto”. Como si una fuera un mueble que todavía no aprende a ser decorativo.
Y sí, solemos sentirnos soles, aunque en realidad no lo estemos. Incluso con familia elegida, estas fechas pueden ser un territorio difícil. Y cuando me dicen: “Dorian, eso ya no te pasa, tú vas muy avanzade en tu transición, ¿quién podría decirte algo?”, solo puedo reírme un poco. Porque la tía incómoda sigue en mi familia, firme como piedra antigua. Llevo cinco años en Terapia Hormonal de Afirmación de Género y aun así parece no importarle mucho. Ya casi no lanza comentarios sobre mi transición, pero ahora apunta a mi físico, como si fuera su pasatiempo.
Pero no llego aquí a hablar de ella. Vengo a recordarte que en estas fechas hay un rincón donde puedes ser leído y acompañado. Un espacio donde tu voz importa. Donde, sin importar en qué ciudad, cuarto o silencio te encuentres, voy a estar presente. Como me hubiera gustado que alguien estuviera conmigo.
Y como lo dice el título de hoy, te dejo un manual exprés para sobrevivir a esa tía incómoda en solo cinco pasos:
Cuando llegue a tu casa, deja claro tu nombre elegido. Que lo escuche bien, que no pueda fingir amnesia selectiva.
Si empieza con sus preguntas incómodas, respira. Ya sabes el dicho: “el que se enoja pierde”. No le regales el espectáculo.
Si suelta tu deadname, ignórala. Le va a doler más a ella que a ti. El silencio es un espejo cruel.
Si critica tu físico, contesta simple: “mi cuerpo está cambiando”. No necesitas pelear para defender tu existencia.
Y lo más importante: cuando elijas tu ropa decembrina, piensa en tu comodidad, no en los comentarios ajenos. Tu cuerpo es territorio propio, no mesa de opinión.
Y recuerda: ¿quién soy yo sino un trans más desahogando penas, traumas y chismes para que diciembre no nos trague del todo?







❤️🩹