Moda, euforia y un cuerpo trans

¿Quién dice que la moda no se adapta a un cuerpo trans?

La verdad es que la moda nace para cuerpos como los nuestros: cuerpos que rehacen el mundo, que rompen reglas y que encarnan la libertad en cada paso. Cuando hablamos de belleza, tenemos que hablar de los cuerpos trans, porque en ellos vive el deseo profundo de existir sin miedo, sin permisos, sin disculpas.

En nosotres se ve la luz de la esperanza, la fuerza de la euforia, la dulzura de lo auténtico y la valentía de quienes deciden vivir su verdad. Por eso creo, sin duda alguna, que la moda es nuestra aliada perfecta.

Cualquier prenda, una camisa sencilla, un vestido que se siente como hogar, una corbata que afirma quién eres, unos tacones que desafían al mundo pueden resaltar la belleza que ya traemos puesta. No hace falta producción excesiva: lo trans ya es estético, ya es arte, ya es perfecto.

Y si hablamos del gran constructo llamado “moda”, ese que dice cómo debe verse un cuerpo, la respuesta está en quienes ya abrieron camino: las personas trans que han tomado las pasarelas, las editoriales, las campañas, y han dicho “aquí estoy”. Sueño con ser uno de esos hombres trans que caminan sin bajar la mirada, que muestran sus colores sin temor, sin miedo a ser malgenerizados, sin tener que justificar su identidad por lo que lleven (o no lleven) entre las piernas.

Porque la moda no solo se adapta a lo trans, lo trans es quien marca y da vida a la moda.

Pero bueno… ¿quién soy yo, sino un trans más tratando de cambiar un pedacito del mundo con un pequeño texto cada semana?